• Inicio
  • Blog
  • Cuando las expectativas duelen más que el proceso
Cuando las expectativas duelen más que el proceso

Cuando las expectativas duelen más que el proceso

Muchas personas llegan a una sesión de Reiki, de sanación energética, o de cualquier terapia holística con una imagen muy idealizada de lo que va a ocurrir.

Esperan relajarse.
Esperan salir livianas, en paz, con claridad.
Esperan que todo lo que las pesa desaparezca casi mágicamente en una sola sesión.
Y si en cambio aparece el cansancio, la tristeza, el llanto o el cuerpo removido…
piensan que algo salió mal.

Y se van.
Se cierran.
Dicen: “Esto no es para mí.”

Pero en realidad, eso que están sintiendo es justo lo que vinieron a buscar… solo que no lo reconocen.

Vinieron a sanar, y sanar no es una caricia tibia que calma.
Sanar es a veces una sacudida que muestra lo que dolía y nunca fue mirado.

Y claro que duele.
Porque no es Reiki lo que duele.
No es la terapia.
Es el alma diciendo: “Ya basta de sostener tanto dolor oculto.”

El problema no es el proceso.
El problema es la expectativa irreal de que sanar no va a remover nada.
Y eso, querida alma, es como querer limpiar una herida sin tocarla.

El verdadero acto de amor no es huir cuando duele.
Es quedarse.
Acompañarse.
Sostener el llanto que nunca te dejaste llorar.
Escuchar al cuerpo que por fin puede hablar.
Y confiar en que todo lo que se mueve, lo hace porque ya no tiene que quedarse atrapado dentro.

Así que si alguna vez pensaste dejar tu camino de sanación porque te dolió…
recuérdate esto: el dolor no llegó con la terapia. Ya estaba ahí.
Solo que por fin, lo estás viendo. Y al verlo, puedes liberarlo.

Sanar duele.
Pero no tanto como vivir toda la vida cargando con lo que nunca se soltó.


Con Amor, 

Vane


Te puede interesar
Cerrar X