Las herramientas de protección energética (radiónica, símbolos, cristales, amuletos, mantras, etc.) son canales, dispositivos amplificadores o moduladores de energía. Pero no son entidades independientes que puedan garantizar protección absoluta sin la participación de la persona que las usa.
La energía sigue a la intención, pero también sigue a la vibración de quien la emite.
Si usamos una herramienta con miedo, desesperación o duda, no estamos alineados con su frecuencia.
Así como un GPS no puede conducir el coche por ti, una herramienta energética no puede hacer el trabajo interno en lugar de ti.
La vibración personal filtra la eficacia
Cada ser humano vibra en una frecuencia determinada. Esa vibración está influida por:
- El estado emocional
- Las creencias inconscientes
- El nivel de consciencia
- El estado energético del momento
Cuando una persona está en miedo, culpa, desconexión interna o autoabandono, está generando una señal de incoherencia con su propia luz. En ese estado:
️ La herramienta no puede anular tu campo vibracional, solo armonizarlo si tú estás disponible para esa armonización.
️ Si estás vibrando en miedo, atraes resonancias similares, y por más que pongas un escudo externo, tu campo seguirá emitiendo “una señal abierta” a interferencias.
Ejemplo:Puedes tener un amuleto poderoso para protegerte de energías densas, pero si internamente sientes que “algo malo va a pasar”, tu cuerpo, tus pensamientos y emociones están decretando esa experiencia. La herramienta no puede ir en contra de tu decreto interno, porque el libre albedrío es soberano.
Las herramientas no pueden intervenir en el libre albedrío
Una de las leyes más respetadas del universo energético es la del libre albedrío.Ninguna técnica, energía, ser de luz ni dispositivo cuántico puede imponerse sobre él.
Si tú eliges, consciente o inconscientemente, atravesar una experiencia de vulnerabilidad, aprendizaje o exposición para tu evolución, ninguna herramienta podrá evitarlo del todo.Porque esa experiencia está dentro del marco de lo que tú elegiste a nivel álmico.
Incluso muchas veces las protecciones “fallan” no porque sean ineficaces, sino porque están permitiendo que vivas algo que tu alma eligió vivir para evolucionar, para despertar, o para cerrar una lección pendiente.
El plan de alma está por encima de la protección
Desde el plano superior, cada experiencia que vivimos tiene un sentido evolutivo.A veces, esas experiencias incluyen pasar por crisis, pérdidas, engaños o incluso ataques energéticos, no por castigo, sino porque son puertas a mayor expansión.
La protección energética:
- No tiene la función de eliminar todo lo “negativo” de tu camino.
- Tiene la función de sostener tu luz y darte apoyo mientras tú decides cómo enfrentarlo.
- Se adapta a tu nivel de consciencia y a lo que tu alma permite.
No vinimos a blindarnos: vinimos a aprender
Buscar una protección absoluta sería como pretender vivir sin desafíos. Pero sin desafíos, no hay crecimiento.No vinimos a este plano a evitar la vida, sino a transitarla con consciencia.
Blindarnos al 100% nos convertiría en entes desconectados de la realidad, sin aprendizajes reales, sin relaciones reales, sin evolución.
La protección energética es como un paraguas en una tormenta: te ayuda, te acompaña, te resguarda… pero no impide que existan tormentas ni que a veces el viento te moje los pies.
Ninguna herramienta energética funciona de forma aislada del estado interno del ser que la utiliza.La radiónica, los amuletos, los rituales, las técnicas de luz son asistencias, potenciadores, guías. Pero no anulan ni reemplazan:
- El libre albedrío
- La vibración personal
- El plan de alma
La verdadera protección nace de una coherencia interna, de una conexión con el centro, de una vibración elevada, de una mente enfocada y un corazón abierto.
Como dice una frase poderosa:
“La verdadera protección no está fuera, está en la frecuencia que eliges sostener cada día.”
Con Amor
Vane