Seguro has escuchado decir que Mercurio está retrógrado… y probablemente también hayas escuchado frases como: “todo se complica”, “nada sale como lo previsto”, “los malos rollos aparecen por todas partes”. Pero… ¿y si te dijera que Mercurio retrógrado no es un castigo, sino una oportunidad disfrazada?
¿Qué es realmente Mercurio retrógrado?
Desde la Tierra, Mercurio parece ir hacia atrás en su órbita. No es que realmente retroceda, es un efecto visual debido a las diferentes velocidades entre los planetas. Astrológicamente, este movimiento se asocia con desafíos en la comunicación, la tecnología, los viajes y los acuerdos. Pero más allá de eso, este período tiene un profundo sentido espiritual y transformador.
Una pausa para mirar hacia adentro
En un mundo que nos empuja constantemente hacia afuera (a hacer, producir, correr, avanzar) Mercurio retrógrado es una invitación cósmica a hacer lo contrario: detenernos, revisar, reconectar.
Este tiempo es ideal para:
Revisar tus decisiones, hábitos y pensamientos.
Reflexionar sobre lo que estás comunicando al mundo… y a ti mismo.
Reencontrarte con partes de ti que quizás habías dejado atrás.
- Reescribir tu historia desde una mirada más consciente.
Durante Mercurio retrógrado, las cosas que “no funcionan” no están necesariamente mal: solo están mostrando lo que necesita ser atendido, reparado o transformado. Esa conversación incómoda, ese fallo en tu ordenador, ese mensaje malinterpretado… todo eso trae consigo una clave para tu evolución.
¿Y si dejaras de resistirte… y empezaras a observar?
Este no es un tiempo para temer. Es un portal. Y como todo portal, puede sentirse caótico si no estamos alineados. Pero si eliges observar en vez de reaccionar, agradecer en vez de quejarte, y soltar en vez de controlar… Mercurio retrógrado puede convertirse en tu mejor maestro.
¿Cómo transitarlo con consciencia?
Aquí te dejo algunas claves:
Medita y escribe: vacía tu mente y observa qué se repite o qué necesita ser sanado.
Revisa contratos, decisiones y mensajes antes de actuar.
No tomes nada personal: la energía puede alterar las emociones.
Evita comenzar cosas nuevas; en su lugar, termina lo que quedó pendiente.
Limpia tu energía y tu entorno: la claridad interior se refleja afuera.
Mercurio retrógrado no es caos… es claridad disfrazada. Aprovecha este tiempo para volver a ti, reconectar con tu verdad y avanzar con más sabiduría.
Porque al final, cuando el universo te pide que pares, es porque quiere que te escuches.
Con amor, Vane
