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¿No se supone que esto me iba a hacer sentir mejor? ¿Por qué me siento peor?

¿No se supone que esto me iba a hacer sentir mejor? ¿Por qué me siento peor?

Cuando comenzamos un proceso de sanación energética como el Reiki, el objetivo no es solo sentir alivio momentáneo, sino entrar en un proceso de limpieza profunda y restauración interna.

Y para limpiar, muchas veces primero hay que remover.

¿Por qué duele depurar?

1. Porque el cuerpo físico está expulsando toxinas retenidas

Reiki moviliza la energía estancada, y con ella:

  • Las toxinas alojadas en los órganos,
  • Las tensiones musculares ocultas,
  • La sobrecarga en el sistema nervioso.

Cuando esto se moviliza:

  • Puede haber dolores de cabeza, mareos, sudoración, mucosidad o cansancio.
  • El cuerpo entra en un estado similar a una “crisis curativa”.

No es enfermedad: es una reacción natural al soltar lo acumulado.

2. Porque las emociones negadas o reprimidas salen a la superficie

Muchos malestares vienen del cuerpo emocional.
Durante una sesión energética:

  • Se desbloquean memorias.
  • Se libera tristeza contenida, rabia silenciada o angustia guardada por años.

Esto puede doler, porque es como abrir una herida para poder limpiarla desde adentro.
Pero el dolor que emerge es parte del proceso de vaciado emocional.

No es que estés mal, es que por fin estás sintiendo lo que antes negabas.

3. Porque estás dejando una versión de ti que ya no vibra contigo

Todo cambio profundo implica un “duelo”.
Incluso si lo que estás soltando es tóxico o doloroso, como una creencia limitante, una culpa vieja o un patrón heredado.

️ El cuerpo y el inconsciente no sueltan sin resistir un poco.

Este malestar no es retroceso. Es señal de que estás despegándote de algo que ya no te pertenece.

4. Porque el alma está activando una reconfiguración profunda

Reiki no actúa solo en el cuerpo o la emoción. Actúa también a nivel álmico.
Y cuando el alma ve que estás dispuesta(o) a sanar, te muestra capas más profundas.

Esto puede sentirse como:

  • Introspección intensa
  • Sensación de estar “en tránsito”
  • Sueños lúcidos, llanto sin razón, o sensación de “limpieza” interior

No estás mal. Estás renaciendo.
Y renacer, como todo proceso transformador… puede doler.

¿Entonces me hago Reiki para sentirme mal?

No.
Te haces Reiki para sanar desde la raíz.
Y eso implica —al principio— remover lo que estaba bloqueando tu paz.

Es como si quisieras tener una casa limpia, pero al comenzar a mover los muebles…
aparece el polvo que estaba escondido debajo.

El polvo no es nuevo.
Siempre estuvo ahí.
Pero ahora puedes verlo, respirarlo un poco… y barrerlo para siempre.

El Reiki te ayuda a sentirte mejor, pero no siempre de inmediato.
Primero puede mostrarte lo que necesitas soltar.
Y soltar duele, sí.
Pero solo duele lo que ya estaba dentro, y por fin está saliendo.

No estás fallando.
No es que “te hizo mal”.
Es que estás viva(o), estás en movimiento, y estás sanando en serio.


Con Amor, 

Vane


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