Cuando comenzamos en el mundo de las terapias energéticas, uno de los primeros conceptos que nos enseñan es: “debes protegerte”.
Y aunque esta indicación nace con una buena intención, muchas veces viene acompañada de advertencias, miedos, ideas de “energías malas que se te pueden pegar” y una sensación de amenaza constante.
Esto, lejos de empoderar, activa el miedo y la desconfianza, generando más tensión que seguridad. Nos posiciona como si estuviéramos en una lucha invisible y constante. Como si el mundo energético fuera un campo de batalla del que tenemos que defendernos para sobrevivir.
¿Qué pasa cuando enseñas desde el miedo?
Cuando enseñas a protegerse desde el miedo, la energía de la persona se contrae.
No fluye. No confía. Se mantiene alerta y rígida.
Y en ese estado, difícilmente se puede acceder a la verdadera conexión energética, a la canalización limpia o a una sesión profunda y transformadora.
Además, ese miedo suele alimentar la creencia de que somos vulnerables, frágiles o susceptibles a ser “invadidos”. Y eso, en lugar de elevar la frecuencia del terapeuta o del estudiante… la baja.
Un nuevo enfoque: sellar la energía desde la consciencia, no desde el miedo
Desde una mirada más elevada, una conciencia clara, amorosa y en coherencia, no necesita protección constante. Porque simplemente, no vibra en el mismo plano que la interferencia.
Sin embargo, si acompañas, enseñas o haces sesiones para otros, debes comprender algo fundamental: no todas las personas que llegan a ti han hecho un trabajo profundo, ni vibran aún en un estado de coherencia estable.
Y por eso, es importante enseñar prácticas de protección energética o sellado del campo…
no como defensa, sino como preparación.
No para evitar lo malo, sino para crear un espacio puro y alineado, desde donde se canalice energía de forma limpia, amorosa y clara.
Sellar tu energía es una forma de respeto
Es como lavarte las manos antes de acompañar a alguien a sanar una herida. No lo haces por miedo a contagiarte… lo haces por respeto al proceso.
Sellar tu energía antes de una sesión es una forma de mantener tu canal limpio, tus límites claros, y tu intención elevada.
Y eso beneficia tanto al terapeuta como a quien recibe.
Enseñar sin miedo, transmitir desde el amor
No vinimos a temerle a la energía, vinimos a comprenderla y a integrarla.
Y eso incluye entender que toda técnica de protección no debe partir del temor, sino del propósito: sostener una vibración clara, segura, amorosa y presente.
Porque desde ese estado, ninguna energía ajena tiene permiso de interferir.
Reflexiona antes de replicar,
Con amor, Vane